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Neuroarquitectura sostenible

  • mailparagml
  • 17 jul
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 8 nov

Diseñando con sentido…para nuestra felicidad y seguridad

Algo pasó, que la neurociencia en la arquitectura es una necesidad en la actualidad. Si bien el concepto existe desde 1998 aproximadamente, en estos días es un concepto recurrente.

Analizando los muchos factores que nos definen como sociedad ahora, y principalmente en Chile, es que cabe hacernos diferentes preguntas:

¿Nuestra arquitectura siempre ha estado carente de potenciar el bienestar?,

¿Es posible tener bienestar emocional en los espacios que actualmente habitamos?

¿Es posible reformular nuestros espacios para llegar a un habitar confortable emocionalmente, por ende más saludable?

Las preguntas pueden ser muchas en torno a este concepto, si bien es una tendencia, la arquitectura como principio debe proporcionar la habitabilidad necesaria para sus usuarios, entendiéndose como habitabilidad el confort espacial, térmico, luminoso, entre otros factores. Generar percepciones positivas que conllevan ese bienestar emocional que todos necesitamos. Es ahí donde surge otra interrogante:

¿Nuestra arquitectura proporciona tales percepciones positivas? Y la mas importante ¿Dentro de esa arquitectura, me siento seguro, conectado y feliz, esencialmente feliz?

Algo surge ahí que hace ruido, combinado con muchos otros factores actuales, como lo es la tecnología en la mano, que en cierta manera “acerca”, pero también crea un abismo infinito con nuestro entorno inmediato, en la medida que lo permitamos, nuestra salud deteriorada por el acelerado ritmo de estar presente, pero sin estarlo, cumplir objetivos y metas laborales más allá de la productividad del negocio, sino ser quienes se espera que seamos. Segundas y terceras carreras para poder competir, cansancio mental, el famoso burnout, la rutina, la falta de sorpresa, cobijo, sentido.

Reparando en cada una de estas situaciones, sumado a la estandarización de los espacios, que va mas allá de los m2, sino de la calidad espacial, es que cae por su propio peso la necesidad de implementar la neuroarquitectura sostenible, porque es urgente que los seres humanos volvamos a conectarnos con nuestro lugar, generar lazos, identidades, generar seguridad para poder relacionarnos mejor, esto es fundamental para sentir que somos parte, que el espacio nos acoja y nos entregue las cualidades para sentirnos seguros y felices, cercanos a lo natural, al origen, a lo esencial.

Así, entregar felicidad a los usuarios aparece como el principio fundamental al momento de diseñar, con sentido y considerando las particularidades del usuario, para que su espacio sea propio, con identidad y único. Las estrategias para que afloren los estímulos positivos es nuestra labor como diseñadores. Sin olvidar que  “La percepción espacial” es vital para entregar la lectura del lugar y sus características, las que son captadas y analizadas en milésimas de segundos por nuestro cerebro a través de los sentidos. A partir de allí, es que nuestra misión es generar siempre percepciones positivas. A raíz de eso también es que van de la mano de los principios de sostenibilidad, porque no podemos concebir espacios que no estén alineados con la naturaleza y el medioambiente, ya que en definitiva son el contexto de nuestro habitar, y por ende la importancia de como nos hacemos cargo de nuestras decisiones y de sus impactos.

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Pequeños cambios para grandes emociones, partiendo por la del propio diseñador.

 

Regina Fernández Gómez

Arquitecto y diseñadora de ambientes

GLM Arquitectos 2025

 
 

GLM Arquitectura Ltda.

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